CONCEPTOS BÁSICOS

— Abstención voluntaria de ingerir alimentos y bebidas durante cierto tiempo con el objetivo de fortalecernos espiritualmente, acercarnos a Dios y adorarle, manifestarle nuestra gratitud y rogar por Su ayuda.
— Los miembros que estén en condiciones de hacerlo ayunan (además) una vez al mes y donan lo ahorrado con su abstención al fondo de ofrendas de la Iglesia.
— El ayuno debe acompañarse de oraciones sinceras.
— El ayuno nos ayuda a:
   » vencer nuestras debilidades
   » recibir revelación personal
   » resistir tentaciones
   » tener regocijo
   » entender las Escrituras
   » magnificar nuestros llamamientos
   » encontrar consuelo
   » ayudar a los pobres y necesitados (ofrendas de ayuno)
— El verdadero ayuno es más que no ingerir alimentos ni bebidas.
— Es importante ayunar con un objetivo.

ESCRITURAS

— Isaías 58:3-11
— Mateo 17:19-21
— Alma 5:45-46
— Alma 17:2-3,9
— Doctrina y Convenios 88:76

CONTENIDO ADICIONAL

"Ahora bien, aun cuando la ley requiere que los miembros de todo el mundo ayunen de 'tarde a tarde' y se abstengan de comer, así como de beber, fácilmente se puede ver por las Escrituras, y especialmente por las palabras de Jesús, que es más importante lograr el espíritu verdadero de amor para con Dios y con el hombre, la 'pureza de corazon y sencillez de intencion', que cumplir con la letra muerta de la ley"
(presidente Joseph F. Smith, Doctrina del Evangelio, pag 238)

"Ayunar periódicamente nos ayuda a aclarar las ideas y fortalecer el cuerpo y el espíritu. La forma más común de ayunar, la que debemos realizar el domingo de testimonios, consiste en pasar veinticuatro horas sin comer ni beber. Hay quienes han sentido la necesidad de ayunar por más tiempo, absteniéndose de comer pero bebiendo lo necesario. Es preciso usar sentido común en esto; y el ayuno debe terminarse con una comida liviana. Para hacerlo más fructífero, debe ir unido a la oración y la meditación; el trabajo debe reducirse al mínimo, y se convierte en una bendición cuando podemos estudiar las Escrituras y el motivo por el cual ayunamos."
(presidente Ezra Taft Benson, "No [os] desesperéis", Liahona, Feb. de 1975)

"Algunas veces somos un tanto tacaños y calculamos exactamente el valor de lo que habríamos comido para el desayuno, y luego damos esa cantidad al Señor. Pero yo creo que cuando estamos en una posición económica relativamente buena, debemos ser muy, muy generosos..."
"Creo que deberíamos dar... en vez de la cantidad ahorrada en las dos comidas, de las que nos abstuvimos durante el ayuno, mucho más; quizás diez veces más, si estamos en condiciones de hacerlo."
(Conference Report, octubre de 1974, pág. 184)

OTRAS REFERENCIAS

“La ley del ayuno”, por élder Joseph B. Wirthlin, Liahona, julio 2001, pág. 89
“Las bendiciones del ayuno”, por el Pte. Marion G. Romney, Liahona, diciembre 1982, pág. 4