CONCEPTOS BÁSICOS
— Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. El amor se caracteriza por la profunda devoción que nace en el corazón hacia el ser amado y se manifiesta en un sincero interés por su bienestar y felicidad.
— El amor a Dios se expresa en la obediencia a Sus mandamientos y la gratitud por Sus bendiciones y dones que nos otorga.
— El amor por nuestros semejantes se materializa en el servicio que les prestamos. Entre sus cualidades está la tolerancia, la compasión, la ternura, la entrega, el perdón.
— El amor nos perfecciona y hace de nosotros mejores personas. Nos trae paz y felicidad. Desprende de nosotros el egoísmo y nos hace más humildes ante el Señor, al tiempo que nos fortalece con la bendición de Su espíritu.
— El amor es la característica que distingue a un discípulo de Cristo.
ESCRITURAS
— Mateo 22:35-40
— Juan 13:34–35
— Juan 3:16
— Juan 15:13
— 1 Juan 4:19
— Juan 14:5
— Romanos 8:35,38-39
— Gálatas 5:13-14
— Levítico 19:18
— 2 Ne. 31:20
— Alma 38:12
— Moroni 7:13–16
CONTENIDO ADICIONAL
“La segunda cualidad de los que viven
la vida abundante es que tienen el
corazón lleno de amor.
El amor es la esencia del Evangelio
y el mayor de todos los mandamientos.
El Salvador enseñó que todos los
demás mandamientos y las enseñanzas
proféticas dependen de él. El apóstol
Pablo escribió que 'toda la ley en esta
sola palabra se cumple: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo'... Alcanzamos el máximo de la felicidad
cuando nos unimos a los demás
mediante los vínculos del amor y
del servicio abnegado.”
(Élder Joseph B. Wirthlin, “La vida abundante”, Liahona mayo 2006, pág. 100,101)
“Con frecuencia suponemos que [las
personas que nos rodean] deben saber
cuánto [las] queremos; pero
nunca debemos suponerlo; debemos
hacérselo saber… Nunca nos lamentaremos
por las palabras de
bondad que digamos ni el afecto que
demostremos; más bien, nos lamentaremos
si omitimos esas cosas en
nuestra interacción con aquellos
que son los que más nos importan."
(presidente Thomas S. Monson, “Encontrar gozo en el trayecto”, Liahona noviembre de 2008, pág. 86)
"Debido a que el amor es el gran
mandamiento, debería ser el punto
central de todo lo que hagamos en la
familia, en los llamamientos en la
Iglesia y en el modo de ganarnos la
vida. El amor es el bálsamo sanador
que repara las diferencias personales
y familiares, el lazo que une a familias,
comunidades y naciones. El amor es
el poder que da comienzo a la amistad,
la tolerancia, la cortesía y el respeto;
es la fuente que supera las
divisiones y el odio. El amor es el fuego
que da calidez a nuestra vida con
gozo incomparable y esperanza divina.
El amor se debe demostrar en palabra
y hechos.”
“...lo que amamos determina
lo que procuramos.
Lo que procuramos determina lo
que pensamos y hacemos.
Y lo que pensamos y hacemos determina
quiénes somos, y quiénes llegaremos
a ser.”
(presidente Dieter F. Uchtdorf, “El amor de Dios”, Liahona noviembre 2009, págs. 21,22)
“El amor de nuestro Padre Celestial
por Sus hijos es el mensaje central del
plan de felicidad, el cual cobra vida
mediante la expiación de Jesucristo, la
expresión de amor más grandiosa que
el mundo jamás haya conocido.”
(presidente Dieter F. Uchtdorf, “El amor de Dios”, Liahona noviembre 2009, págs. 23)
“El amor es el principio motivador
mediante el cual el Señor nos conduce
por el camino para llegar a ser
como Él, nuestro ejemplo perfecto.
Nuestro modo de vivir, hora tras hora,
debe estar lleno de ese amor a Dios y
del amor por los demás. Eso no es
una sorpresa, ya que el Señor los declaró
como su primer y segundo grandes
mandamientos. El amor a Dios es
el que nos llevará a guardar Sus mandamientos;
y el amor por los demás
nos da la capacidad de obedecerlo.”
(presidente Henry B. Eyring, “Nuestro ejemplo perfecto”, Liahona noviembre 2009, pág. 70)
“Sólo cuando amemos a Dios y a Cristo con todo
nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente, seremos
capaces de compartir ese amor con nuestro prójimo mediante
actos de bondad y de servicio, de la manera en que el
Salvador nos amaría y serviría a todos si estuviera hoy entre nosotros.”
(élder M. Russell Ballard, “Encontrar gozo al servir con amor“, Liahona mayo 2011, pág. 46)
OTRAS REFERENCIAS
“El gran mandamiento”, por el élder Joseph B. Wirthlin, Liahona, Noviembre 2007
“El amor de Dios”, por el Pte. Dieter F. Uchtdorf, Liahona, Noviembre 2009